No
me queda más remedio que comenzar este post agradeciendo a los Reyes Magos de
Oriente su regalo: “Gran Diccionario del Vino” de Mauricio Wiesenthal, cosecha
2011, un estupendo libro con el que voy a seguir aprendiendo y adentrándome en
este maravilloso mundo del vino. De ahora en adelante, muchas de los temas
sobre los que escriba en este blog habrán nacido de mi lectura de este libro o
en todo caso estarán apoyados en la sabiduría e información que desprende. Una
vez más... muchas gracias!!!!!
La
fermentación carbónica es una
técnica bien conocida en nuestro país desde tiempos remotos, sobre todo en las zonas
de La Rioja Alta y Alavesa con la variedad Tempranillo, donde se utilizó hasta
mediados del siglo XIX como único sistema de elaboración del vino,
introduciéndose posteriormente las técnicas bordelesas de vinificación por
estrujado y despalillado.
La
fermentación o maceración carbónica, también
conocida como maceración tiene dos procesos claramente diferenciados,
aunque se produce un solape entre los mismos: maceración carbónica y fermentación
alcohólica.
Los racimos de uva son introducidos enteros en los depósitos de fermentación estancos saturados de anhídrido carbónico (CO2). Comienza, por una parte la maceración carbónica o fermentación intracelular o metabolismo anaeróbico de las uvas por falta de oxígeno y por otra la fermentación alcohólica de los mostos de prensado primero y de escurrido después.
Los racimos de uva son introducidos enteros en los depósitos de fermentación estancos saturados de anhídrido carbónico (CO2). Comienza, por una parte la maceración carbónica o fermentación intracelular o metabolismo anaeróbico de las uvas por falta de oxígeno y por otra la fermentación alcohólica de los mostos de prensado primero y de escurrido después.
Depósito saturado de CO2 |
Vamos a detenernos un poco más en la fermentación intracelular. Las uvas durante un cierto tiempo en una atmósfera pobre de oxígeno comienzan a realizar una serie de transformaciones intracelulares llevadas a cabo por un conjunto de enzimas. En concreto se desarrollan tres actividades enzimáticas: la transformación del ácido málico en otros ácidos y sustancias derivadas de este ácido más suaves, la actuación de las enzimas pectolíticas naturales que contiene la uva sobre sus paredes y la hidrolización de las proteínas en aminoácidos más simples. Por tanto, dentro de la uva se están produciendo todos los fenómenos descritos sin la actuación de ningún microorganismo. Llega un momento en el que la uva se rompe y el mosto que desprende, ya macerado, comienza el proceso de fermentación alcohólica.
Los
vinos elaborados con esta técnica son vinos más afrutados, ligeros y frescos: en
nariz tienen una intensa presencia de aromas varietales de marcado carácter
frutal; en boca tiene notas ligeras lácticas y frutales y un cosquilleante carbónico que otorga sensación
de frescura.
Son
vinos que por sus características son capaces de satisfacer a consumidores y
productores. Por una parte, el consumidor se encuentra en el mercado con un
producto muy vivo, muy joven y de gran fragancia, con el que poder disfrutar, a
un precio moderado, de la cosecha vendimiada incluso en el mismo año. La rápida
comercialización del vino hace que estos lleguen al mercado apenas dos meses
después de la vendimia. Además son vinos que aguantan en óptimas condiciones
hasta el verano siguiente a su salida al mercado, época que, por sus
características, le suele venir como anillo al dedo. Por otra parte, el
bodeguero vende de manera casi inmediata su producción, o parte de ella y, por
tanto, hace caja con celeridad. Además, resulta una óptima forma de
rentabilizar las cepas más jóvenes del viñedo.
Los vinos de
maceración carbónica se elaboran por toda la península, aunque los más célebres
son los riojanos. Artadi, Luberri, Baigorri, Erre Punto, Eneas, Ostatu, Luis
Alegre, Remírez de Ganuza, Azul, Viña Urbezo, Higueruela, Gran Teyda son
algunas marcas que se encargan de extraer la esencia frutal de la uva por este
peculiar método que, cada año, gana adeptos y respeto en el panorama
vitivinícola.
Aun así, los vinos
de maceración carbónica españoles están a mucha distancia del más famoso: el Beaujolais
francés, elaborado por el mismo método en el sur de Borgoña con la variedad
Gamay y que se comercializa a finales de Noviembre. Es el famoso “Primeur” o
“Nouveau” que todas las tiendas especializadas en vino festejan.
Probadlos y
disfrutadlos... merecen la pena.
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