Hace unos días,
antes de las fiestas navideñas, fui a cenar con dos de mis mejores amigos a un
buen restaurante. A los tres nos gusta mucho el vino, pero uno de ellos es el
típico superclásico que apenas “sale” de vinos de Rioja. Yo, en cambio, procuro
probar nuevos vinos de distintas Denominaciones de Origen, ya que, desde mi punto
de vista, en este momento se están haciendo fantásticos vinos en toda España.
Esa noche nos
ofrecieron Camins del Priorat de Alvaro Palacios. Ellos no conocían este vino y
yo lo había probado hace bastante y tenía muy buen recuerdo de el, con lo que
me apetecía volver a tomarlo.
Nos sirvieron un
Camins del Priorat de 2010 que francamente me volvió a parecer, como la primera
vez que lo probé, un buen vino a un precio muy asequible incluso en restaurante
(22 €).
Es un vino atípico del
Priorato, ya que no tiene ese marcado carácter de la zona. Es más “fácil” de lo
que cabría esperar en un principio y quizá esa diferencia desorienta un poco
inicialmente. Pero después se le va sacando partido y nos da a conocer la cara
más “amable” del Priorato. A la vista nos muestra un color picota con ribetes violáceos
y muy cubierto; en nariz destacan los aromas frutales y se pueden apreciar
pinceladas florales, lácticas y minerales, pero no es excesivamente complejo, o
por lo menos yo no lo aprecié así; en boca es muy agradable, amplio y de justa
acidez, aunque quizá poco largo y profundo. A mí me llenó y lo disfruté en una
fantástica compañía.
Camins del Priorat
es el hermano pequeño de la saga de Alvaro Palacios. Muy asequible, ya que su
precio oscila entre 14 y 18 euros, está elaborado con las variedades Samsó-Cariñena
(50%), Garnacha (40%), Cabernet Sauvignon y Syrah (10%), cultivadas en laderas
pronunciadas y terrazas de suelos de pizarra en de pequeñas fincas situadas en
las localidades de Gratallops, Porrera, Torroja, Les Vilelles, Bellmunt, El
Lloar y Poboleda. Tras la selección de la uva y su maceración, la fermentación
maloláctica se realiza en tinas de roble y la crianza durante ocho meses en
barricas de roble francés. Tiene 14º y debe servirse ligeramente fresco (15º) temperatura
a la que despliega todo su carácter frutal.
Alvaro Palacios es uno
de los más importantes enólogos de España. Procedente de una familia bodeguera
(Bodegas Palacios Remondo) de La Rioja, donde trabajó durante unos años para
aprender y formarse, se fue un par de años a Chateau Petrus, donde pulió su
formación antes de emprender su aventura en solitario. En 1989, cuatro amigos
se interesaron por la región del Priorato, en la que vieron un grandísimo
potencial. René Barbier, Carles Pastrana, Jose Luis Pérez y Alvaro Palacios
desembarcaron en el priorato. Esta fecha es considerada como el punto de
inflexión del Priorato.
Las Bodegas Alvaro Palacios
fueron fundadas en 1989 en la localidad de Gratallops, por Alvaro Palacios con el apoyo de un grupo
de productores locales. Su intención era transmitir a sus vinos todo el carácter
de la tierra (sol mediterráneo, proximidad del mar, poca lluvia, suelos de
pizarra, proximidad de hinojo y olivos, pasado ligado a monjes cartujos que
desarrollaron la cultura de la vid durante más de seis siglos) para obtener
unos vinos frescos, rotundos y con abundantes notas minerales que desde el
principio revolucionaron el mundo del vino en España y alcanzaron un grandísimo
prestigio y reconocimiento en el mundo entero.
De su producción de
menos de 200.000 botellas, hay que destacar las 3.000 botellas de L’Ermita que
produce cada año, el vino estrella de la bodega y uno de los tintos más
excepcionales de España. El pago de l'Ermita, con sus 3 hectáreas de
pronunciada pendiente, es uno de los mejores y más viejos viñedos de garnacha
del Priorato. Por supuesto el resto de los vinos son igualmente muy valorados
tanto en España como en el extranjero: Dofi, Les Terrasses y el comentado
Camins.
Por otra parte las
instalaciones de Álvaro Palacios incorporan sin problemas los últimos avances
tecnológicos que permiten un control exhaustivo de cada una de las fases del
proceso de producción. Las uvas de los distintos vinos se vinifican por
separado y para su elaboración utiliza depósitos de acero inoxidable y pequeñas
tinas de madera y para la crianza dispone de más de mil barricas bordelesas de
roble francés.
Además Alvaro
Palacios dedica su tiempo y su saber a la elaboración de vinos de otras
regiones. En la Rioja Baja, da continuidad a la bodega familiar Palacios
Remondo con los vinos La Montesa, mezcla de Tempranillo, Graciano, Mazuelo y
Garnacha y Placet, un monovarietal de Viura. En el Bierzo destacan sus vinos
Pétalos del Bierzo, Corullón, Las Lamas y La Faraona, todos ellos elaborados
con Mencía.
No dejéis de probar,
por lo menos, Les Terresses, Camins, Plácet y Pétalos del Bierzo. L’Ermita es inalcanzable
para el común de los mortales (de 500 € a 1.500 €) y Dofí podría ser el vino de
una celebración muy especial (de 70 € a 120 €).
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