Desde que
Fernando Alonso llegara a la Formula 1 allá por 2001, la afición por este de
deporte ha crecido en España de forma exponencial. Pero, aunque quizá no sea
políticamente correcto, para mí, ahora mismo, la Formula 1 es muy, muy poco interesante,
a pesar de que Tele 5 primero y La Sexta después hayan invertido muchos millones
de euros en intentar hacerla interesante. Pues bien, a pesar de esa millonaria
apuesta, la Formula 1 actual a mí no me llega como me llegaba la de los años
dorados de este deporte, la de los años 80 y 90. ¿Por qué? Pues porque no hay
pilotos tan maravillosos y carismáticos como
los que hubo en los años 80 y 90 y porque casi siempre gana la tecnología y no
la conducción, gana el que mejor coche tiene y hay muy poca cabida para las
sorpresas.
También tengo que
decir que soy un fiel seguidor de Fernando Alonso. A pesar de que no es un tío
simpático estoy con el a muerte por varios motivos: es español, asturiano y
madridista y ha hecho que España sea alguien en el mundo de la Fórmula 1.
Pero, qué queréis
que os diga... en realidad quiero hablar de los cuatro grandes de este deporte de
los 80 y 90: Nelson Piquet, Alain Prost, Ayrton Senna y Nigel Mansell.
Hablaré de ellos
en orden cronológico de acuerdo a las fechas en que ganaron su primer campeonato
de Fórmula 1.
Nelson Piquet era
mi gran ídolo de la Fórmula 1, era el más grande, el mejor hasta que Ayrton
Senna apareció en escena. Entonces tuve que dividir mi corazón entre ambos. Los
dos, brasileños, tenían un halo muy especial que les hacía diferentes, aunque
eran muy distintos entre sí.
Piquet, era un
hombre de fuerte carácter, polémico, problemático, pero sobre todo tenía un increíble
talento y un gran carisma. No ponía ningún interés en los entrenamientos, pero
después rendía en calificaciones y sobre todo en carrera de manera excepcional.
Sacaba todo su saber y exprimía al máximo sus aptitudes: técnica e
inteligencia.
Nelson
Soutomaior, Nelson Piquet, nació en Rio de Janeiro el 17 de agosto de 1952.
Hijo de un ministro brasileño, tuvo una infancia privilegiada. Desde muy joven
destacó como jugador de tenis y viajó a Estados Unidos con la intención de
mejorar y lanzarse al circuito profesional, pero precisamente allí descubrió su
verdadera vocación: el automovilismo. Comenzó a disputar carreras de karts con el apellido de soltera de su madre,
Piquet, para no crearle problemas a su padre, sobre todo por el probable
fracaso que creían iba a tener en el mundo del automovilismo. En su segundo año
compitiendo se proclamó campeón de Brasil de karts y aun con la oposición de su
padre, que dejó de ayudarle económicamente, su espíritu luchador le llevó a
conseguir patrocinador para poder competir y ganar el campeonato brasileño de Super
V, lo que le animó a dar el salto a Europa en 1977 a la F3 británica. Y como no
podía ser de otra manera, siguió destacando por su talento innato y Bernie
Ecclestone, que por aquél entonces era el patrón del Parmalat Racing Team, le
contrato para su equipo como compañero de Niki Lauda.
Debutó en 1978 en
el GP de Alemania y en 1979 ganó sus primeros puntos en la Formula 1 al
terminar 4º en el GP de Holanda.
En 1980 asumió el
papel de líder del equipo Brabham tras la primera
retirada de Lauda y alcanzó el subcampeonato por detrás de Alan Jones después
de ganar 3 carreras.
Por fin, el 17 de
octubre de 1981, Nelson Piquet logró su primer campeonato en un apretadísimo
final con Carlos Reutemann: en el último GP de la temporada, en Las Vegas, el argentino
tenía la pole y aventajaba en un sólo punto a Piquet, que salía cuarto. Al
final de la carrera, Reutemann se quedó fuera de los puntos, octavo, mientras
que Piquet acabó quinto y logró los dos puntos necesarios para lograr el
título. Y este fue el primero de los tres que lograría: 1981, 1983 y 1987.
Sus principales rivales fueron Alain Prost primero y Nigel Mansell y Ayrton Senna después.
1982 fue un año
muy irregular para Piquet. Además protagonizó uno de los altercados más famosos
de la Formula 1 tras un accidente con Eliseo Salazar en el GP de Alemania. Al
quedar los dos fuera de la carrera Piquet, muy enfadado, salió rápidamente de
su monoplaza y fue a golpear al piloto chileno al que culpaba del percance.
Ninguno de los pilotos del campeonato ganó más de dos carreras, y el más regular fue Keke Rosberg, de forma que se proclamo campeón de Formula 1 con un Williams con motor Cosworth.
Ninguno de los pilotos del campeonato ganó más de dos carreras, y el más regular fue Keke Rosberg, de forma que se proclamo campeón de Formula 1 con un Williams con motor Cosworth.
En 1983 pudimos
disfrutar de una gran batalla por el título entre Piquet y Prost.
Que puedo decir de Alain Prost. Es uno de los más grandes pilotos de Fórmula 1 de la historia, aunque como máximo rival de Piquet y de Senna no gozaba de mi admiración. Todo lo contrario, lo odiaba y deseaba que tuviera todos los problemas del mundo. Pero era un genio.
Que puedo decir de Alain Prost. Es uno de los más grandes pilotos de Fórmula 1 de la historia, aunque como máximo rival de Piquet y de Senna no gozaba de mi admiración. Todo lo contrario, lo odiaba y deseaba que tuviera todos los problemas del mundo. Pero era un genio.
Nació el 24 de febrero de 1955 en Saint-Chamond, Francia. Era un piloto que se caracterizaba por su trabajo, minuciosidad y sobre todo por su inteligencia. Cuidaba al detalle cada parte de su monoplaza y su conducción era pura técnica, efectiva y rápida. Era un piloto frío y calculador. Debutó en la Formula 1 en 1980. Fue cuatro veces campeón del mundo en los años 1985, 1986, 1989 y 1993 y segundo en los años 1983, 1984, 1988 y 1990 y es el segundo piloto con más victorias y vueltas rápidas del mundo después de Michael Schumacher.
Se llegó al
último GP de la temporada con posibilidades de ser campeón para ambos, pero un
fallo en el motor del coche de Prost le impidió luchar hasta el final y Piquet
se proclamó campeón del mundo con 2 puntos de ventaja. Qué grandísima alegría.
Piquet ganó su segundo campeonato, pero apareció la gran figura de Prost.
En 1984 Prost perdió
el mundial por tan solo medio punto ante su compañero de equipo, el veterano
Niki Lauda. Los McLaren TAG dominaron el campeonato pero sólo uno de ellos
podía ganar. Prost llevaba dos años acariciando el campeonato de Fórmula 1, por
lo que al año siguiente se le conoció por el sobrenombre de “El Rey sin Corona”.
Pero 1984 tuvo otra grata sorpresa: durante el GP de Mónaco apareció, como de
la nada una, un joven piloto brasileño llamado Ayrton Senna.
Por fin en 1985 Alain
Prost logró su primer mundial. Su gran coche y su inteligencia al volante le
llevaron a ser claro dominador del campeonato y no tuvo rival en ningún
momento.
En 1986, los
Williams-Honda pilotados por Nelson Piquet y Nigel Mansell eran más potentes
que los McLaren-TAG Porsche debido a su evolución durante el último año, pero
se quitaban puntos entre ellos, permitiendo al McLaren de Prost mantenerlos en
el punto de mira. De esta forma se llegó al último GP de la temporada en el
circuito de Adelaida, en Australia con los tres primeros pilotos en un puño,
con posibilidades para ganar el mundial. Nigel Mansell, era el favorito para
alzarse con el título con 6 puntos de ventaja sobre Prost, segundo en aquel
momento y 7 puntos sobre Nelson Piquet, tercero. Mansell tenía controlada la
carrera sin tomar riesgos, pilotando de una forma muy conservadora. A pesar de
ello sufrió un espectacular reventón de la rueda trasera izquierda a 18 vueltas
del final, lo que le obligó a retirarse. En ese momento Piquet marchaba primero
y de terminar en esa posición hubiese sido campeón del mundo, pero una errónea decisión
de equipo de cambiar neumáticos, puso el triunfo en bandeja a Prost que de esta
manera se proclamó campeón del mundo por segunda vez consecutiva. Fue un
durísimo golpe, ya que Piquet acarició durante unos momentos su tercer
campeonato. No obstante, nos dejó uno de los más maravillosos adelantamientos de la historia en el GP de Hungría sobre Ayrton Senna.
Ya he nombrado a
Nigel Mansell, otro genio de la Formula 1 que nos hizo disfrutar de este
deporte como nunca.
Nigel Mansell
nació en Opton-on-Severn, Worcestershire, Inglaterra el 8 de agosto de 1953. De
origen humilde, estudió ingeniería aeroespacial y ejerció su profesión antes de
abandonarla por el automovilismo.
Debutó en la
Formula 1 en 1980 con Lotus y aunque no tuvo mucha suerte se veía que era un
piloto con muchas posibilidades. Su conducción era muy agresiva, pero
espectacular, lo que le granjeó muchos enemigos en la pista y muchos seguidores
fuera de ella. Uno de ellos era yo. Era un piloto espectacular y no tenía
reparos en atacar a sus rivales en la pista aun con pocas posibilidades.
En 1987 fue el
piloto que más carreras ganó (seis), pero a pesar de eso no pudo ser campeón
del mundo, ya que Nelson Piquet fue más consistente y constante y ganó su
tercer campeonato. Aun así, de ese año se recuerdan momentos épicos, como la
recuperación de 30 segundos en la últimas 30 vueltas del GP de Inglaterra a
Piquet, arrebatándole el primer puesto a falta de dos. Marcó vuelta rápida en
15 ocasiones consecutivas y nada más cruzar la línea de meta se quedó sin
combustible. Los fans ingleses invadieron la pista y llevaron a Mansell en moto
al paddock, pero se detuvo en el punto donde superó a Piquet para besar la
pista. Quizá fuese el piloto más veloz en clasificaciones y carreras de ese
1987, pero los fallos mecánicos de su coche, algunas veces provocados por su
forma de conducir, y algunos errores de conducción, le restaron posibilidades
para alzarse con el título de campeón del mundo.
Coninuará en la parte II...
Coninuará en la parte II...
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