Pernales Crianza Syrah de Bodegas Málaga Virgen. Una grata sorpresa.

Una buena cena, en un buen restaurante y con buena compañía, es aun mejor si además se acompaña con un buen vino.

Este viernes pasado salí a cenar con mi mujer (inmejorable compañía) al Restaurante Casa Frutos en Torremolinos – Málaga – (magnífico restaurante), que recomiendo efusivamente y en el que se puede degustar una de las mejores ensaladillas rusas de España (de hecho en 2011 fue proclamada la mejor “ensaladilla rusa” de España), un fantástico jamón ibérico, unas maravillosas croquetas, un suculento plato de cuchara cada día y, en verano, unos fresquitos y agradables gazpachuelo y/o ajo blanco... y, además, como no podía ser de otra manera, cuenta con una amplia bodega con más de 200 referencias con gran variedad de tintos y blancos de muchas de las denominaciones de origen españolas y vinos espumosos españoles y franceses.

Estuve un buen rato ojeando la carta de vinos y efectivamente pude comprobar que tiene muy buena variedad y calidad, pero me decidí, esta vez, por un vino que no conocía y que el propio “maître” me animó a pedir. Se trata del Pernales Crianza, un vino de las Bodegas Málaga Virgen de grandísima tradición por esas tierras, 100% Syrah, con Denominación de Origen Sierra de Málaga y que efectivamente resultó ser un fantástico vino.

El Pernales Crianza es un vino tinto elaborado con uva procedente de la finca Vista Hermosa de la Bodega, que una vez vendimiada y despalillada, se procede a encubar en depósitos en los que se realiza la fermentación alcohólica controlada a 25º C, utilizando levaduras. Posteriormente, la fermentación maloláctica se realiza en depósitos de acero inoxidable y a continuación, la crianza se realiza durante 24 meses en barricas nuevas fabricadas un 80% con roble francés “Allier” y un 20% con roble americano. Por último, antes de salir al mercado, tiene una crianza en botella de 2 a 3 meses.

Tiene con un color picota con ribetes violáceos. En la nariz destacan sus aromas a fruta madura que combinan a la perfección con notas de ahumados y tostados (sobre todo pude reconocer regaliz y cacao). En boca es amplio y bastante redondo, con los taninos muy reconocibles pero muy nobles. Debe consumirse entre 16º y 18º y su precio es más que asequible, ya que en el restaurante estaba a 20 € y en tienda se puede comprar a 9 €.

No dejéis de probarlo si tenéis la oportunidad, estoy seguro que os gustará.

Pero me gustaría entrar un poco más en la historia de las Bodegas Málaga Virgen, bodegas con solera en la zona.

Fueron fundadas por Salvador López López en 1885, que comienza a producir vinos en sus propios lagares e instala sus primeras botas en la Cruz del Molinillo. En 1896 se asocia con su hermano Francisco. Por ser conocidos por sus grandes dotes de hombres duros en la lucha y por ser trabajadores sin tregua, reciben el cariñoso nombre de “Los Leones”, título por el que se conocen las Bodegas de López Hermanos, S.A. Poco a poco van ampliando las instalaciones. De los vinos que comienzan a comercializar destacan el Málaga Virgen, el Moscatel Salvador y Trajinero. Durante estos años instalan un lugar de pisa que complementa los que ya tienen en los Montes de Málaga para poder responder a la demanda del mercado tanto interior como exterior. A finales de los años 20 se incorporan tres nietos del fundador José López García, Salvador López Palacios y Rafael de Burgos Carrillo, que dirigidos ya sólo por Salvador superan los terribles años 30. La Guerra Civil  descapitaliza la sociedad ya que grandes cantidades de vino son intervenidas, pero logran conservar varias soleras con las que volver a empezar en 1940 sin la presencia de Salvador y a pesar de que le mercado nacional está asolado por la guerra. Adelantándose a su tiempo, comercializan uno de sus vinos generosos que aromatizan con extractos de quinina con el nombre de Kina San Clemente y lo publicitan con un simpático muñeco llamado “kinito” dando lugar a uno de los mayores booms publicitarios de la historia y desde luego el más importante hasta los años 60. En esos años, también el Esperanza Méndez tiene un gran éxito y estos dos vinos son el pilar de la bodega durante muchos años. Por otra parte, el desarrollo urbanístico de Málaga provoca el desarrollo de unas modernas instalaciones en el extrarradio de la ciudad.

A finales de los 80 introducen en la bodega importantes cambios fruto de la investigación que promueven, dando lugar a nuevos vinos como el Moscatel Iberia, Cartojal y el Brandy 1885 primero y los vinos de “diseño” como el Tres Leones, los Reservas de Familia, etc... después y el Barón de Rivero, un vino blanco seco más adelante. En 1994 llegan a un acuerdo con Pedro Domeq, S.A. y compran el moscatel Pico Plata, muy apreciado en el norte de España. En 2005 lanzan al mercado el Fino en Rama del Lagar de Benavides y el Pernales de finca Vista Hermosa y a finales de ese mismo año, Juan Ignacio de Burgos junto con su hija Piluca,  se hacen con el 100% de las Bodegas López Hermanos, S.A. y con el 100% de Inversiones Santa Ana, empresa poseedora de los viñedos y de las bodegas de elaboración. Ambas sociedades se fusionan bajo una nueva denominación, Bodegas Málaga Virgen. Padre e hija deciden emprender la construcción de una nueva bodega en Fuente de Piedra, Málaga, donde reunirán todos los trabajos de elaboración y crianza de sus vinos. En 2007 lanzan más vinos como el Barón de Rivero Rosado y además comienzan a comercializar el Vinagre Gran Reserva, con lo que completan una gran gama de productos. El 6 de enero de 2008 muere Juan Ignacio de Burgos con 69 años de edad, con lo que su hija Piluca se queda al frente de la bodega, lo que le aporta dinamismo y modernidad.