Siempre he sentido una gran admiración hacia D. Carlos Falcó,
Marqués de Griñón, por su inmensa aportación al mundo del vino español. Su
visión de futuro y su apuesta por la innovación y las nuevas tecnologías han
contribuido a la fulgurante evolución de los vinos españoles en la últimas tres
décadas.
D. Carlos Falcó fue uno de los pioneros en la plantación de variedades foráneas como Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Petit Verdot y Chardonay. Fue uno de los primeros en incorporar la más moderna tecnología para el control del estrés hídrico de las vides y para la elaboración de los vinos. Fruto de sus grandes aportaciones y de su buen hacer, el Estado español le concedió en 2002 la primera Denominación de Origen de pago a Dominio de Valdepusa, uno de sus pagos. En 2003 la Unión Europea convalidó este reconocimiento, convirtiendo a Dominio de Valdepusa en la primera finca española en recibirlo, solo obtenido anteriormente por pagos míticos como Romanee Conti (Borgoña) o Sassicaia (Toscana).
El Dominio de Valdepusa es propiedad de la familia de D. Carlos
Falcó, Marqués de Griñón, desde 1292 y está situado en el término toledano de
Malpica de Tajo. En 1292, la corona de Castilla concede al Mariscal D. Payo de
Ribera una vasta superficie de terrenos junto a los Montes de Toledo, que desde
la conquista de Toledo habían sido cazadero de osos, ciervos y jabalíes para
sus reyes, especialmente Alfonso XI. En 1350 Pedro I el Cruel ratifica mediante
privilegio rodado la propiedad y se crea el Señorío de Valdepusa. En el siglo
XIV, los señores de Valdepusa adquieren el Señorío de Griñón que a principios
del siglo XIX pasaría a ser marquesado. Antes, a mediados del siglo XVI, los
Ribera habían entroncado mediante matrimonio con la dinastía de los Fernández
de Córdoba, fundada por el Gran Capitán, general de las tropas de Castilla que
conquistan en 1492 la ciudad de Granada para los Reyes Católicos, logrando por
primera vez la unidad de España.
D. Carlos Falcó fue quién, tras terminar la carrera de ingeniero
agrónomo en la Universidad de Lovaina (Bélgica) y el Máster en la Universidad
de California (Davis), potenciaría a partir de 1974 una tradición agraria
varias veces centenaria, añadiéndole una nueva dimensión comercial. La clave,
una vez más, fue el mismo espíritu que animó a sus antepasados: conservar todo
aquello que merece ser conservado, mejorándolo mediante las iniciativas o innovaciones
que aportan, en cada época los nuevos conocimientos. D. Carlos Falcó se propuso
convertir la marca Marqués de Griñón en símbolo global de excelencia para el
vino y el aceite de oliva. De hecho, Pagos de Familia Marqués de Griñón ha
logrado posicionarse en las listas top mundiales de ambos elementos esenciales
de la dieta y cultura mediterráneas.
La palabra pago, viene del latín pagus, y, según la Real Academia Española,
significa un distrito determinado de tierras o heredades, especialmente de
viñas u olivares. En definitiva, se trata de un paraje con características de
suelo y de microclima que lo diferencian de otros, vinculado de forma notoria
al cultivo de viñedos u olivares de los que se obtienen vinos y aceites con
rasgos y cualidades singulares. Su extensión debe ser limitada, con objeto de
mantener un alto nivel cualitativo en sus productos. Un auténtico pago debe
contar con una bodega o almazara propia, en la que se elabore y embotellen
exclusivamente sus productos procedentes de las uvas y aceitunas cultivadas
dentro la propiedad.
La filosofía de Pagos de Familia Marqués de Griñón se basa en que un buen vino nace en el viñedo y precisamente por eso, D. Carlos Falcó introdujo en 1974 en España las variedades de uva Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Petit Verdot y Chardonay e implementó el riego por goteo.
La filosofía de Pagos de Familia Marqués de Griñón se basa en que un buen vino nace en el viñedo y precisamente por eso, D. Carlos Falcó introdujo en 1974 en España las variedades de uva Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Petit Verdot y Chardonay e implementó el riego por goteo.
Los primeros dos vinos, realizados bajo la dirección del Profesor Emile Peynaud de Burdeos, fueron el “Marqués de Griñón” Rueda Superior 1982 blanco, presentado al mercado español en la primavera de 1983, seguido del “Marqués de Griñón” Cabernet Sauvignon 1982 tinto, presentado en 1986.
Con la ayuda del célebre experto vitícola Richard Smart, Dominio
de Valdepusa ha sido también pionera en la implementación de sistemas de
conducción (canopy management) de última generación. El empleo de estas
avanzadas técnicas permite una insolación uniforme de hojas y racimos y la
consecuente maduración homogénea de las uvas. De esta forma se obtienen uvas
con un elevado contenido de polifenoles o taninos y de antocianos (pigmentos
colorantes). El resultado de estas técnicas son uvas con un excelente
equilibrio entre factores clave como la frutosidad, el alcohol y la acidez.
Su producción actual de 300.000 botellas, asesorada por el
prestigioso enólogo bórdeles Michel Rolland, se centra exclusivamente en vinos
tintos elaborados en base a los viñedos propios. La colección varietal incluye
Cabernet Sauvignon, Syrah, Petit Verdot y AAA a los que se añaden los
plurivarietales Eméritvs, Caliza y Svmma Varietalis. Todos los vinos producidos
en Dominio Valdepusa se sitúan regularmente en concursos, guías y artículos de
expertos nacionales e internacionales en el cuadro de honor de los grandes
vinos españoles.
Por otra parte, D. Carlos Falcó está dispuesto a hacer el mejor
vino de la Comunidad de Madrid, ya que en 1994 heredó la finca El Rincón (Aldea
del Fresno), situada a solo 54 km al suroeste de la capital, de su tía carnal
Dª Paloma Falcó, Marquesa de Manzanedo, fijando en ella su residencia principal
en 1999. En 2000 y 2001 procedió a plantar un viñedo con 8 ha de Syrah (2000) y
1 ha de Garnacha (2001), acondicionando una pequeña bodega climatizada en 2002,
fecha de la primera añada de El Rincón, un vino compuesto por 88% de Syrah y
12% de Garnacha.
Además, en Marzo de 2000, el Marqués de Griñón descubrió la última
zona del Valle del Duero, Los Arribes del Duero, que con un microclima especial
unido a la calidad del suelo, la convierten en una zona idónea para el cultivo
de las mejores vides. Adquirió una finca con 30 hectáreas de viñedo al que
aplicó las últimas tecnologías en producción de uvas de calidad como el riego
por goteo, las espalderas en canopy management, la fertilización automática y
construyó una modernísima Bodega, Las Bodegas Durius.
Desde este blog quiero agradecer a D. Carlos Falcó y a tantos
bodegueros, enólogos, empresarios y amantes del vino que han hecho posible que
los vinos de España se codeen con los mejores vinos del mundo y en muchas
ocasiones sean la autentica referencia mundial.
Os aconsejo probar cualquiera de sus monovarietales, sobre todo el
Cabernet Sauvignon, el Syrah y el Summa Varietalis. Son muy ricos y asequibles
para cualquier bolsillo (hasta 30 €/botella).
Aquí tenéis la ficha que he realizado de cada uno de ellos:
CABERNET
SAUVIGNON
Tinto de guarda, elaborado con uvas 100% Cabernet Sauvignon del
viñedo pionero de Cabernet Sauvignon en Castilla La Mancha, plantado a
principios de los 70 en Malpica de Tajo. Los viñedos están conducidos en
espalderas altas, en los que se utilizan sistemas de canopy management. Las espalderas
se supervisan permanentemente para lograr la máxima iluminación de racimos y
hojas. El sistema de guía, es tipo Smart-Dyson.
Vendimia manual, seguida de despalillado y descarga por gravedad
en los tanques de fermentación. Maceración prolongada hasta 4 ó 5 semanas y
crianza en barricas nuevas de roble francés Allier nuevas, durante 12 -15
meses, en una nave de crianza climatizada.
Color rojo rubí de capa alta, intenso aroma a fruta roja de bosque
y a especias, canela, tabaco, chocolate estructurado y potente en boca.
Compañero ideal de carnes rojas, cordero y quesos. Vino excelente
para consumir hoy, pero que sin duda mejorará durante los 10 próximos años.
Con 14.5 % de alcohol, es recomendable decantarlo y servirlo
inmediatamente a 15-17ºC en copas grandes (<300 ml).
SYRAH
Tinto de guarda, elaborado con uvas 100% Syrah del viñedo pionero
de Syrah en España, plantado 1991-1992 en Malpica de Tajo, conducido en espalderas
altas, en los que se utilizan sistemas de canopy management. Las espalderas se
supervisan permanentemente para lograr la máxima iluminación de racimos y
hojas. Los sistemas de conducción son Smart-Dyson y Lira.
Vendimia
manual, seguida de despalillado y descarga por gravedad en los tanques de
fermentación. Maceración prolongada hasta 4 ó 5 semanas y crianza en barricas
nuevas y semi-nuevas de roble francés Allier durante 12-15 meses, en una nave
de crianza climatizada.
Color rojo
apicotado intenso, muy bien cubierto de capa, propio de un vino de larga vida.
Aromas complejos, combinando sabiamente la fruta bien madura y las notas
especiadas, balsámicas y florales (violetas). En boca es potente, bien
equilibrado y sabroso, sedoso, de suave acidez y abundancia de taninos maduros,
que dan un paso en boca carnoso y aterciopelado.
Compañero ideal de asados, pato, carnes rojas y caza.
Con un 15 % de alcohol, es recomendable decantarlo y servir inmediatamente a 15-17ºC en copas grandes (<300 ml.)
Compañero ideal de asados, pato, carnes rojas y caza.
Con un 15 % de alcohol, es recomendable decantarlo y servir inmediatamente a 15-17ºC en copas grandes (<300 ml.)
SUMMA
VARIETALIS
Tinto de guarda, elaborado con uvas de Syrah, Cabernet Sauvignon y
Petit Verdot de viñedos propios conducidos en espalderas altas, en las que se
utilizan técnicas de canopy management como los sistemas de conducción
Smart-Dyson o Lira. Las espalderas se supervisan permanentemente para lograr la
máxima iluminación de racimos y hojas, eliminando mediante vendimia verde los
racimos que resulten excesivos y las hojas que interfieren su iluminación. Sistema
de riego y fertirrigación mediante goteo superficial y subterráneo. Gestión
basada en riego deficitario mediante sensores digitales.
Vendimia manual, seguida de despalillado y descarga por gravedad
en los tanques de fermentación. Maceración prolongada hasta 4 ó 5 semanas y
crianza en barricas de roble francés Allier nuevas y seminuevas, durante 12
meses, en una nave de crianza climatizada. El vino no es objeto de
clarificación ni de filtrado.
Color profundo, cubierto. Aroma elegante, complejo, a frutas de
bosque, con tonos minerales y especiados. En boca es persistente, complejo, muy
equilibrado.
Con un 15% de alcohol, es ideal para acompañar
carnes y caza, arroces, pastas y quesos.
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