lunes, 7 de noviembre de 2011

Bodega Herederos del Marqués de Riscal (1). Mi especial vínculo


No podía hacer un solo artículo sobre la Bodega Herederos del Marqués de Riscal, que yo llamaré Marqués de Riscal (es como popularmente se conoce), por muchos motivos:

  • Tengo un vínculo muy especial con esta bodega y sus vinos.
  • Es una bodega histórica de una Denominación de Origen histórica.
  • Sus vinos son excelentes.
  • Es una bodega qua aúna tradición y tecnología.
  • El extraordinario hotel diseñado por Frank Gehry merece un capítulo por sí solo. 

Por tanto, escribiré 5 ó 6 capítulos, unos más personales, y otros en los que aportaré conocimiento y datos. Espero sean todos ellos de vuestro interés.


Aviso para “navegantes”... este artículo es muy personal.

Efectivamente, me une un vínculo muy especial a Marqués de Riscal debido a varios acontecimientos que se han ido dando a lo largo de mi vida:


Marqués de Riscal es una institución en España por su historia, por la calidad de sus vinos, porque ha estado siempre a la vanguardia, etc... Quizá este sea el motivo por el cual, desde que tengo uso de razón, hace ya varios años, he oído a mis allegados hablar de la trascendencia de esta bodega y de sus vinos en la cultura del vino de España, Europa e incluso del mundo entero. Mi madre, gran aficionada del vino, siempre hablaba de Marqués de Riscal, con gran admiración, como uno de los mejores vinos de España.

Lógicamente, las buenas referencias de Marqués de Riscal me empujaron a conocer con relativa precocidad y profundidad sus vinos primero, su historia después y hace no demasiado tiempo, su bodega. Los tintos de Rioja (Marqués de Riscal, Barón de Chirel), los Verdejo de Rueda (Finca Montico y Marqués de Riscal) y los tintos de Castilla y León (1860), me parecen sublimes desde que los he ido probando. Su historia me apasiona. Su bodega me embruja. Su hotel me maravilla.

Recuerdo perfectamente que fue el primer vino que probé en mi vida siendo un adolescente. 

Un muy buen amigo mío tiene un importante cargo en Marqués de Riscal y gracias a él he podido adentrarme mucho más a fondo en la historia, la bodega, los vinos y el hotel. Me ha contado en muchas ocasiones interesantes y divertidas anécdotas. Javier, muchas gracias por abrirme las puertas de Marqués de Riscal, muchas gracias por tus amenas historias, muchas gracias por darme más luz acerca del mundo de los vinos, porque tu sabiduría es infinita. Espero que sigas contándome más y más cosas acerca de esta mítica e histórica bodega y que sigas impartiéndome magistrales lecciones sobre el mundo del vino, tan y tan apasionante. Lo dicho... mil gracias. 

El vino de mi boda fue Marqués de Riscal, gracias a la infinita generosidad de este amigo que antes he mencionado, gracias a la generosidad de Sonsoles y Javier. Otra vez, esta vez en público, muchísimas gracias por tan especial regalo. Jamás lo olvidaré. 

Marqués de Riscal es el vino del que más ejemplares tengo en mi modesta bodega, precisamente porque se presta a poder ser coleccionado por su calidad y su durabilidad en botella, lo que ha demostrado con sus catas verticales (es decir, de distintos añadas del mismo vino) de vinos de más de 100 años. 

He realizado dos visitas a la bodega de Marqués de Riscal y lo mínimo que se me ocurre decir es que son majestuosas, rezuman historia por los cuatro costados y debe ser una visita obligada para todo aquel que le guste el vino y su mundo. Están situadas en un precioso enclave riojano, en tierras de Elciego, y además de la bodega, hace unos años construyeron un extraordinario y espectacular hotel de lujo, diseñado por el prestigioso arquitecto Frank Gehry. Es muy difícil describir cómo es el hotel... es imprescindible verlo, caminar por sus tripas y si es económicamente asequible, disfrutarlo. 

Por todo esto, llevo a Marqués de Riscal en mi corazón. Os animo a que os adentréis en este minimundo dentro del mundo del vino. Es apasionante. No os arrepentiréis.

2 comentarios:

  1. Fernando, tan buena tu prosa, tan interesantes tus artículos, qué ganas de sentarnos pronto a tomar unos vinos y charlar un rato. Un abrazo. Payaso Hugo

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  2. Payaso Hugo, muchísimas gracias por tus halagos. Viniendo de tí les doy aún mucho más valor. Estamos ansiosos de volver a tomar unos vinos, cenar algo y charlar.

    Gracias de nuevo y un abrazo,

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