jueves, 8 de diciembre de 2011

Sócrates: In memoriam

 



El pasado domingo 4 de diciembre de 2011 murió Sócrates.


No hablo del filósofo de la Grecia Clásica. Hablo de uno de los mejores futbolistas del mundo. Hablo de uno de los jugadores más geniales e inconfundibles, considerado el mejor jugador sudamericano en 1983 y elegido por la FIFA, en 2004, como uno de los 125 mejores jugadores vivos de la historia.


Hablo del capitán de una de las mejores selecciones de todos los tiempos: la selección de Brasil de los mundiales de España 82 y de México 86, junto con Zico, Falcao, Eder, Cerezo y Junior. Es cierto que no lograron ganar esos dos mundiales, pero pudimos deleitarnos con su juego. En España 82, Brasil perdió 3-2 contra Italia en la segunda fase de grupos en un partido memorable, legendario, inolvidable, y en México 86 perdió contra Francia en cuartos de final en los penaltis. Pero como él decía “la gente no se olvida de sus emociones”, y eso es lo que nos ha sucedido a los que tuvimos la fortuna de ver a la selección brasileña en aquellos dos mundiales: no la hemos olvidado y nunca la olvidaremos.





Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira nació en Belem (Brasil) el 19 de febrero de 1954 en el seno de una familia acomodada y culta. Su padre era un gran admirador de la Grecia clásica y repartió nombres de filósofos y reyes entre sus hijos. Sócrates fue uno de ellos.

No fue un futbolista al uso. El fútbol no fue nunca lo principal en su vida. Estudió medicina y no se dedicó al fútbol hasta que se licenció, a los 23 años. Siempre fue humilde y sus ideales le llevaron a ser un futbolista comprometido humana y políticamente. “Si la gente no tiene el poder de decir las cosas, entonces yo las digo por ellos” decía. En los años de la dictadura militar de Brasil, él saltaba al campo con camisetas y pancartas en su contra, en las que se podía leer: “Democracia ya”, “Elecciones ya”. Lideró el movimiento ideológico "Democracia Corinthiana" ayudando  a que el Corinthians se convirtiese en el único equipo del mundo en el que los empleados participaban en las decisiones importantes  del club (fichajes, alineaciones, etc...), tanto jugadores como utilleros, limpiabotas como cuerpo técnico. Los jugadores se presentaban en el campo con pancartas reivindicativas: “Ganar o perder, pero siempre en democracia”. Era un admirador del Che Guevara y cantaba canciones de Lennon. Era muy alto y espigado. Medía 1.90, pero apenas calzaba un 38 de pie. No era un obseso de su físico y el fútbol no le impedía echarse un pitillo y tomarse un par de cervezas de vez en cuando. Al fin y al cabo él no tenía que correr tanto como los demás, él hacía correr el balón. Lo controlaba con una facilidad inusitada y realizaba un pase en profundidad con una precisión milimétrica, un taconazo increíble, o un pase entre líneas que abría las defensas con suma destreza. Decía de sí mismo que no era un atleta, sino un artista y que en todos los partidos daba grandes pinceladas. Los que le hemos visto efectivamente damos fe de ello.

Jugó en el Corinthians, donde ganó las ligas de 1982 y 1983. Luego en la Fiorentina apenas una temporada, en el Flamengo, el Santos y el Botafogo. Dejó el fútbol en 1989 a los 35 años y comenzó a ejercer como pediatra. Intentó ser pintor, músico y Lula Da Silva le tentó con la política.

Pero el alcohol y la cirrosis hepática que le provocó, finalmente pudieron con él a los 57 años de edad. Se ha ido uno de los más grandes. Ya le estoy echando de menos.

El fútbol le hizo un último regalo el mismo día de su muerte. El Corinthians ganó su 5º campeonato liguero y por supuesto se lo ha dedicado a uno de los jugadores más queridos e idolatrados de su historia: al Doctor Sócrates.

2 comentarios:

  1. Una cita de Sócrates que apreciarás:
    "Para mí", reflexionaba Sócrates "lo ideal sería un socialismo perfecto, donde todos los hombres tengan los mismos derechos y los mismo deberes. Una concepción del mundo sin poder".

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  2. Estimado Futbol2.0, la verdad es que es una fantástica cita con la que estoy de acuerdo en el fondo, pero yo a eso no lo llamaría socialismo perfecto, lo llamaría sistema de responsabilidad y vuena voluntad, que dista mucho del socialismo, sobre todo si no hay poder.

    Muchas gracias por tu comentario.

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