martes, 18 de junio de 2013

Drazen Petrovic. El genio de Sibenik. Parte I: Del amor al odio solo hay un paso y viceversa.

Veinte años sin Drazen, muchos años sin ver al genio de Sibenik, veinte años sin poder disfrutar de su maravilloso baloncesto. El 7 de junio de 1993 Drazen Petrovic murió en un desgraciado accidente de coche, igual que mi tocayo de nombre y apellido Fernando Martín Espina el 3 de diciembre de 1989 o que el gran Juan Gómez “Juanito”, el 2 de abril de 1992. También estos dos grandes personajes del deporte español merecen una entrada que, sin ninguna duda, tendré que escribir más adelante.


Para mí, sin ninguna duda, la época dorada del baloncesto español fue la década de los 80. Es cierto que en los últimos años hemos conseguido importantísimos logros ya que hemos sido Campeones del Mundo en 2006 y de Europa en 2009 y 2011, pero ahora no se “respira baloncesto” como antes. De hecho, una de las frases más importantes de los últimos tiempos sirvió para reivindicar la importancia del baloncesto en España. Pepu Hernandez, entrenador de la selección española ganadora del Mundial de Japón de 2006, en plena celebración del gran éxito logrado y delante de 100.000 personas dijo unas simples pero importantes palabras: “Escuchad una palabra que para mí y, a partir de ahora para todos, va a ser muy importante… BA-LON-CES-TO”. Pero a pesar de ello sigue sin “respirarse baloncesto” y claro ejemplo es que algunos partidos de los play-off ni siquiera han sido retransmitidos en abierto.

Efectivamente hubo un tiempo no muy lejano en el que para muchos niños y jóvenes, el baloncesto era casi lo primero. Jugábamos en el equipo del colegio la liga alevín, infantil, juvenil y junior, entrenábamos al salir de clase, jugábamos en los recreos, jugábamos con amigos los fines de semana. Niños, jóvenes y mayores veíamos baloncesto, la Liga, la Copa de Europa, la Copa Korak y la Recopa y siempre o casi siempre en horario de máxima audiencia e incluso algunos nos quedábamos despiertos hasta altas horas de la madrugada para ver los pocos partidos de la NBA que por aquél entonces retransmitían. Durante la prodigiosa década de los 80 el baloncesto se convirtió en un deporte de masas y0 todos disfrutábamos del baloncesto. Y además, de repente, apareció Drazen Petrovic y el baloncesto fue aun más importante, a pesar de que a primeros de los 90 comenzó su declive. En realidad Petrovic cambió casi todo.

No habíamos visto nada igual, ni Emiliano, ni Luyk, ni Brabender, ni Corbalán, ni Epi, ni Robinson, ni Norris, ni Fernando Martín, ni Gallis. Petrovic era distinto, era el mejor. Inicialmente los seguidores del Real Madrid le odiamos a muerte, pero luego le adoramos, le veneramos, le idolatramos.

Tuvimos las primeras noticias de Drazen Petrovic a comienzos de los 80, pero prácticamente no reparamos en el. De hecho ya jugaba en la selección yugoslava a la que ganamos en el Eurobasket de Nantes 83 y también formó parte de aquella otra a la que volvimos a ganar en la semifinal de Los Ángeles 84. Pero de repente explotó en la temporada 1984-1985 y su escaparate fue la Copa de Europa.

La Copa de Europa de baloncesto, en aquellos tiempos, era un acontecimiento nacional y el Real Madrid tuvo la suerte o la mala suerte de tener que enfrentarse a la Cibona de Zagreb en la fase previa, y tanto en Zagreb, primero, como en Madrid después pudimos ver como el “genio de Sibenik” nos hacía un roto de cuidado.

En el primer partido jugado en Zagreb, el Real Madrid logró “sujetar” a Drazen gracias, principalmente, a una gran defensa de Alfonso del Corral, pero, ya en el segundo tiempo, la 4ª falta de del Corral emparejó a Juan Manuel López Iturriaga con Petrovic y entonces vimos un autentico vendaval del croata. Consiguió 44 puntos y la Cibona se llevó el encuentro 99-90.
  • KK Cibona 99 - 90 Real Madrid
  • Drazen Petrovic - 44 puntos (13/21 T2; 0/2 T3; 6/7 TL), 3 asistencias y 4 rebotes
La vuelta en Madrid no fue mejor para el Real Madrid. A pesar de que el ambiente era muy tenso, o quizá precisamente por eso, Drazen estaba en su salsa. Comenzó dominando el Real Madrid, 24-10, pero la zona planteada por Novosel, hizo que los blancos se atascaran en ataque y Petrovic, sin hacer un excelente partido se fue hasta los 35 puntos.
  • Real Madrid 87 - 89 KK Cibona
  • Drazen Petrovic - 35 puntos (11/23 T2; 0/3 T3; 13/13 TL), 4 asistencias y 3 rebotes
Las dos derrotas frente a la Cibona, dejaron al Real Madrid al borde de la eliminación, pero como era habitual en aquella época, el Madrid sacó la casta y con la calidad que atesoraba la plantilla logró ganar el resto de los partidos y llegaron a la final de Atenas, donde de nuevo se encontrarían con la Cibona y, sobre todo, con Petrovic.

Aquella final fue, una vez más, un partido dominado de cabo a rabo por Petrovic, que a pesar de las defensas de Iturriaga, Brian Jackson o Juan Antonio Corbalán, llegó a los 36 puntos. Los últimos cinco minutos del partido fueron un monologo del croata, cinco minutos para enmarcar.
 
  • KK Cibona 87 - 78 Real Madrid
  • Drazen Petrovic - 36 puntos (11/23 T2; 0/3 T3; 14/14 TL), 1 asistencia y 4 rebotes
Pero, casualidades de la vida, Real Madrid y Cibona se volvieron a ver las caras en la fase de grupos de la Copa de Europa de 1986.

En el primer partido, jugado en Madrid, gracias a una gran defensa de Linton Townes, Petrovic comenzó con dificultades, pero al igual que en el primer enfrentamiento de 1985, las faltas obligaron a cambiar la defensa sobre Drazen y del Corral tuvo que defender al croata, lo que propició el comienzo de su “festival” tanto anotador (terminó con 49 puntos) como de gestos y provocaciones hacia el rival. Para rematar su exhibición, hizo la quinta falta personal a falta de 3 segundos y se fue al banquillo con los brazos en alto y la señal de victoria, lo que considero fue una de las mayores humillaciones que jamás nadie hizo al Real Madrid en su historia.
Al final del partido Petrovic hizo una serie de declaraciones al respecto del mismo: "Sé que los jugadores del Madrid y su afición no me quieren demasiado, pero también creo que los espectadores me silban porque me temen, esperando que con su ruido me desconcentre y rinda menos de lo normal. Esos silbidos son un reconocimiento de los espectadores a mi calidad y esas situaciones, antes las que ya vengo prevenido, me motivan al máximo. Cuanto más dificultades hay, mejor juego, porque me concentro mucho mas"
  • Real Madrid 91 - 108 KK Cibona
  • Drazen Petrovic - 49 puntos (13/26 T2; 5/10 T3; 8/10 TL) y 11 asistencias
La vuelta en Zagreb no fue mucho mejor para el Madrid a pesar de que llegó al descanso por delante en el marcador a pesar de los 25 puntos que ya había anotado Petrovic. Pero en la segunda parte, con 16 puntos más de Drazen y sobre todo su dominio de los tiempos, el Real madrid volvió a sucumbir.
  • KK Cibona 88 - 81 Real Madrid
  • Drazen Petrovic - 41 puntos (9/17 T2; 6/13 T3; 5/5 TL) y 7 asistencias
Con esta derrota, el Real Madrid tenía que ganar al Zalgiris por más de 18 puntos, si quiera jugar la final de la Copa de Europa. Pero no fue posible, ya que Arvydas Sabonis estaba demostrando que era junto a Drazen Petrovic, uno de los mejores jugadores de Europa que al a postre marcarían una época.

El siguiente asalto se hizo esperar dos años y el escenario era diferente. Esta vez jugarían la final de la Copa Korac de 1988 a doble partido y además el Real Madrid había fichado a Petrovic para la siguiente temporada (si no puedes con tu enemigo, únete a él), con lo que el ambiente en la grada de Madrid fue más descafeinado.
Fernando Martín era baja por lesión, lo que hacía que la Cibona fuera aun más favorito. Pero el partido de ida celebrado en Madrid tuvo un protagonista inesperado en ataque, Fernando Romay, que anotó 25 puntos y un par de ellos en defensa, Biriukov y Alexis que solo dejaron encestar a Petrovic una canasta en toda la segunda parte. Por fin el Madrid ganaba a la Cibona, y demás de manera clara.
  • Real Madrid 102 - 89 KK Cibona
  • Drazen Petrovic - 21 puntos (3/12 T2; 3/8 T3; 6/6 TL), 3 asistencias y 7 rebotes
El partido de vuelta fue calentado previamente por Drazen con alguna que otra declaración, pero tampoco tenía que hacer demasiado para enfervorizar a los hinchas que iban a abarrotar el pabellón. De hecho, la primera jugada del partido terminó con un triple de Drazen para delirio del público. Petrovic anotó de inicio, 10 de los 12 puntos de su equipo y poco a poco fue minando la moral del Real Madrid. A falta de 9 minutos para el final del partido la Cibona había dado la vuelta al marcador de Madrid y ganaba por 17 puntos y el “show” de Drazen no cesaba. Pero tras un tiempo muerto solicitado por Novosel en el que Lolo Sainz introdujo una serie de cambios propició un parcial de 5-20 liderado por Corbalán y Biriukov, lo que igualó el partido e hizo enmudecer a la afición croata. En los últimos minutos del partido, Petrovic, impotente y enfadado, lanzó el balón contra el árbitro que de inmediato le pitó una técnica. Por fin el Madrid derrotaba a la Cibona y se hacía con la Copa Korak de 1988, a pesar de perder el partido por 94-93 y del partidazo de Drazen, con 47 puntos.
  • KK Cibona 94 - 93 Real Madrid
  • Drazen Petrovic - 47 puntos (8/13 T2; 8/16 T3; 7/10 TL), 1 asistencias y 8 rebotes
La venganza se había consumado y al año siguiente Petrovic se convertiría en uno de los mayores ídolos del madridismo.

2 comentarios:

  1. El partido que mejor recuerdo fue el de 1986 en Madrid.
    Real Madrid 91-KK Cibona Zagreb 108
    Fue espectacular porque los 49 puntos vinieron casi todos al final.

    La segunda parte del croata fue genial, así como los últimos minutos de la primera.

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  2. Anónimo!!!! Muchísimas gracias por leer mi blog y por tus comentarios. Me da muchísima alegria que la gente que me sigue ya sea asiduamente o puntualmmente hayan compartido algunas de mis vivencias.

    Aquel partido que comentas de Petrovic fué estratosférico, pero lo recuerdo como una pesadilla, ya que, en mi caso, soy seguidor del Real Madrid. No obstante más adelante lo disfruté como "mi" jugador.

    Muchas gracias una vez más y un saludo,

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