domingo, 17 de febrero de 2013

Château Cheval Blanc 1947


“La venta durante una subasta en Ginebra en noviembre de 2010 de una rara botella Imperial de Cheval Blanc 1947 a un coleccionista privado por 304.375 $ (224.000 € aprox) estableció un nuevo record mundial para una sola botella. El experto en vinos de Christie’s, Michael Ganne, dijo que la venta constituye un nuevo récord mundial en la categoría de vinos y que se trataba de la única botella de formato Imperial conocida de una cosecha muy buscada de un vino de Saint-Emilion. Además afirmó que este ejemplar de Cheval Blanc es sin duda alguna de uno de los más grandes Burdeos de todos los tiempos, no sólo por su calidad extraordinaria sino también por su longevidad, ya que todavía puede conservarse 50 años sin problema alguno. La botella Imperial es una botella de 6 litros, lo que equivale a 8 botellas estándar, con lo que el precio de la botella estándar estaría en 28.000 €”.

Así es como hago mención a este vino en mi entrada del jueves 10 de mayo de 2012 sobre “Los 10 vinos más caros del mundo”.






La botella pertenecía a un coleccionista suizo que quiso permanecer en el anonimato, fue completamente reacondicionada por Château Cheval Blanc. Los expertos no encontraron nada extraño que alcanzase este precio ya que este vino es uno de los únicos dos que recibe el más alto rango Premier Grand Cru Classé (A) en la clasificación del vino de Saint Emilion de 1955 junto con el Château Ausone y es considerado como uno de los mejores Burdeos de todos los tiempos. 






Pero adentrémonos un poco más en las bodegas Cheval Blanc y en su vino de 1947.


Château Cheval Blanc es una bodega de Saint Emilion en la región de Burdeos nacida en 1832 momento en el que Château Figeac vendió 15 hectáreas al Sr. Laussac-Fourcaud (incluyendo un estrecho camino de grava a través de Figeac hasta el límite de las tierras de Château Petrus en Pomerol. 

El viñedo tiene las cualidades de tres de las zonas de Burdeos. De Pomerol pues está ubicada en el límite, de Graves pues el suelo es de grava y, por supuesto de Saint Emilion. La zona de viñedo abarca 41 hectáreas, con 37 plantadas con una inusual composición de variedades de uva: un 57% cabernet franc, un 40% merlot y pequeñas parcelas de malbec y cabernet sauvignon. La producción anual media es de 6.000 cajas del Grand vin y 2.500 cajas del segundo vino, Le Petit Cheval.

Precisamente esto hace que el Château Cheval Blanc tenga un carácter algo diferente a los vinos de la prestigiosa zona de Saint Emilion. La influencia de la zona de Pomerol y la utilización de la cabernet franc a partes iguales con la merlot lo que le hace un vino delicioso cuando está recientemente embotellado pero al mismo tiempo tiene una extensísima vida en botella. Veinte años después de embotellado tiene una excelsa fragancia, incluso mayor que algunos médoc jóvenes. 

En 1855 los vinos de Cheval Blanc no aparecían en la clasificación que establecía los cinco niveles de los vinos de Burdeos. No fue considerado de suficiente calidad, pero en las exposiciones universales de Londres y Paris de 1862 y 1867 obtuvo dos medallas, de bronce y de oro respectivamente que aun destacan en sus etiquetas. Sin embargo, el vino de las bodegas siguió vendiéndose como vino a granel, mientras que el la otra orilla del estuario de Gironda, confluencia de los ríos Dordona y Garona, los “Latour” y Lafite” ganaban prestigio y dinero.

El verano de 1947 fue fabuloso en la región de Burdeos: tanto en julio como en agosto hizo un  calor abrasador y septiembre fue un mes casi tropical. Las uvas maduraron para dar un fantástico vino, pero una vez realizada la cosecha el calor seguía siendo extremadamente sofocante y en las bodegas no se conseguía controlar la temperatura, lo que provocó que se detuviera la fermentación y las levaduras no consiguieran convertir el azúcar de la uva en alcohol. Muchas de las cubas se estaban perdiendo, pero Thierry Manoncourt, el propietario de las bodegas Cheval Blanc, decidió echar hielo en los tanques de vino que aun no se habían malogrado antes de que se perdiera toda la cosecha. Pensó que era mejor obtener un vino un poco aguado a perder toda la producción y efectivamente salvó parte de la cosecha y siguió vendiendo vino a granel. 

El Château Cheval Blanc 1947 está considerado como el mejor Burdeos de todos los tiempos.

En 1952 un famoso enólogo probó este vino y ahí comenzó su fama.En 1955 Château Cheval Blanc fue calificado como Premier Grand Cru Classé (A), el más alto rango en la clasificación del vino de Saint Emilion junto con el Château Ausone. A diferencia de la clasificación de 1855, esta es revisada con regularidad. Desde ese momento está considerado como uno de los mejores vinos de Burdeos. 

Cuentan que, tras la evaluación que Robert Parker había realizado de las muestras en barrica de la cosecha de Château Cheval Blanc de 1981, el director de la bodega Jacques Hebrard, quedó totalmente indignado con la misma y le pidió al famoso crítico que realizara otra cata. Parker accedió y al llegar al château fue atacado por el perro de Hebrard mientras este no hacía nada para remediarlo. Cuando Parker le pidió una venda para detener la hemorragia de la herida de una de sus piernas, Hebrard le dio una copia del boletín de evaluación. Hebrard se defendió diciendo que Parker no estaba sangrando. 

Pasado un tiempo Parker realizó una nueva cata y emitió una evaluación mucho más positiva que la anterior.
 
El château siguió en la familia hasta 1998 cuando fue vendido a Bernard Arnault, presidente del grupo de lujo LVMH y al empresario belga Alber Frère.

Quizá Château Cheval Blanc sea uno de los vinos más famosos del mundo, y muestra de ello son las mil y una menciones al mismo en el cine: el 2004, en la película “Entre copas” Miles Raymond interpretado por Paul Giamatti tiene como más valiosa posesión un Château Cheval Blanc de 1961; en “Ratatouille” (2007) el cínico crítico gastronómico, Anton Ego (con la voz de Peter O`Toole), sugiere “Tu proporcionas la comida, yo proporciono la perspectiva, que irá muy bien con una botella de Cheval Blanc 1947”. 

Ahora mismo, aquellos que tengan una economía bien saneada, pueden disfrutar de este vino adquiriéndolo a través de internet o en lugares como Evinité o Lavinia por unos 4.900 € la botella de 75 cl. Para mi desgracia, yo aun no he tenido el privilegio de probarlo y me temo que va a ser difícil que lo haga.

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