miércoles, 11 de julio de 2012

D.O. Somontano: joven y emprendedora


En los últimos días he podido probar varios Somontano de gran calidad y esto me ha hecho pensar que la D.O. Somontano se merece una entrada en mi blog.

Aunque la historia del vino de la zona se remonta a varios siglos antes de Cristo, es el asentamiento de los itálicos, que importan técnicas vitivinícolas, el factor clave para que se desarrollara el cultivo de la vid en esta parte de las orillas del río Ebro. En la Edad Media, gracias a los monasterios, el cultivo de la vid se extiende por todo Huesca. En el siglo XIX, el ataque de la filoxera al viñedo de Francia provocó el incremento de la producción y ventas vinícolas de la comarca, el aumento de las exportaciones  y que, durante ese siglo, la producción de vino en Huesca se fuera ciñendo, cada vez más, al Somontano gracias a la especialización de la zona en la producción y a la buena calidad de sus vinos.


Pero el germen de lo que hoy es la Denominación de Origen surge en los años 60, con el nacimiento de la Cooperativa Comarcal Somontano del Sobrarbe –que aglutinaba a gran parte de los viticultores de la zona- que supone la apuesta de la zona por la viticultura de calidad como motor de la economía. Y es en 1984 cuando se aprueba la Denominación de Origen Somontano y a partir de ese momento llegan a la zona grandes proyectos empresariales con grandes inversiones.

Ya en pleno siglo XXI, la D.O. Somontano vive un momento histórico marcado por  la llegada de nuevas bodegas, la inversión de capital, el crecimiento en producción y comercialización y el reconocimiento a la calidad de sus vinos por parte de las guías especializadas más prestigiosas y de los consumidores. Su éxito es consecuencia de toda su historia y sobre todo del trabajo del conjunto de los viticultores, las bodegas y el Consejo Regulador en aras a ofrecer a los amantes del vino un producto único, diferente.


Partiendo de su misma esencia etimológica, la zona de producción de Somontano se extiende "a pie de monte", en el llano del Pirineo de la provincia de Huesca en la Comarca de la que toma el nombre. Presenta tres zonas diferenciadas: las sierras, el Somontano propiamente dicho y las llanuras. Limita al norte a con las comarcas del Sobrarbe y Ribagorza, entrando en contacto por el oeste con la Hoya de Huesca, al sur con los Monegros y al este con la comarca de la Litera. Está constituida por 43 municipios. Su emplazamiento medular en el centro geográfico de la provincia de Huesca, equidistando perfectamente de sus extremos, le confiere un valor funcional de primer orden en el eje socioeconómico más pujante de la provincia que articula la comunicación Aragón-Cataluña y Navarra-País Vasco. Su extensión total suma más de 200.000 hectáreas de superficie de las que cerca de 100.000 están cultivadas. De estas últimas, más de 4.700 se dedican a la viña.

La Denominación de Origen Somontano cuenta con 15 variedades de uva, tanto locales como foráneas, procedentes de más de 4.700 hectáreas de plantación: Alcañón, Cavernet Sauvignon, Chardonay, Garnacha Blanca, Garnacha Tinta, Gewürztraminer, Macabeo, Merlot, Moristel, Parraleta, Pinot Noire, Riesling, Sauvignon Blanc, Syrah, Tempranillo.
De las bodegas existentes hoy, una de las más antiguas es la fundada en el siglo XIX al son de la demanda de Francia, cuya campiña había sido aniquilada por la filoxera,  por Francisco Lalanne, cuyo apellido da nombre al “chateau” que atesora la tradición familiar y la elaboración artesanal de sus vinos. De esa misma época datan otras bodegas que ya acogen a varias generaciones de historia vinícola como Fábregas y Osca. Se trata de empresas que elaboran entre 100.000 y  300.000 botellas al año. Pero, sin duda, las más conocidas son Viñas del Vero, Enate y Pirineos, las tres mayores bodegas (producen entre 3,5 millones y 6 millones de botellas) y las que con su fortaleza pudieron liderar el desarrollo de los vinos de la D.O. Somontano  en los años 90. Además, la zona cuenta con otros importantes proyectos de gran envergadura como Bodegas Olvena, Laus o Irius, proyectos que van más allá del cultivo de la vid, como el turismo, la arquitectura, la cultura y el diseño.
Por supuesto, la D.O. Somontano está formada por muchas más bodegas de medio tamaño como Monclús, Valdovinos, Dalcamp, Otto Bestué, Sierra de Guara, Ballabriga, Aldahara, Raso Huete, Abinasa y Meler, bodegas que con su toque personal, su historia y su filosofía, viven la elaboración del vino desde empresas familiares y bodegas familiares como Alodia, Estada, Bal D'Is'bena, Montessa, Obergo, Sers, Monte Odina, Sentif, Villa D'Orta, Mipanas, Lasierra, Chesa, El Grillo y la Luna o De Beroz, cuya seña de identidad da fruto a unos vinos que profundizan en las raíces del viñedo y los suelos aportando toques nuevos en sus vinificaciones.

Pues bien, voy a recomendar tres vinos de la D.O. Somontano que he tenido el gusto de disfrutar, uno de ellos por primera vez, en los últimos días:

Osca Merlot Reserva 2ª añada
Lo he probado por primera vez y francamente me ha sorprendido que un vino cuyas viñas aun son jóvenes tenga el aroma y el sabor tan evolucionados. Elaborado con la variedad Merlot 100% y con una crianza de 24 meses en barrica de roble francés. De color cereza intenso, los aromas resultan limpios e intensos y de una gran complejidad. Se puede diferenciar una gran explosión de frutas combinado con vainillas y tostados. En boca resulta equilibrado, con los ácidos marcados y taninos maduros y dulces. Presenta sabores ahumados. No excesivamente voluminoso, pero con gran final, largo y sabroso, además de suave.





Viñas del Vero Crianza 2007 Tempranillo y Cabernet Sauvignon
Elaborado con Tempranillo y Cavernet Sauvignon, es uno de los clásicos de la D.O. Somontano. Vendimia seleccionada y vinificación tradicional. Envejece durante 8 meses en barricas de roble americano. De color rojo picota, tiene un aroma intenso con sensaciones de madera tostada en primer plano y fruta que quiere hacerse notar. Aunque no tiene mucho cuerpo, tiene una buena acidez y la fructosidad suficiente. Se pueden percibir tostados que dejan un agradable postgusto.





Olvena Gewürztraminer 2007
Un fantástico vino con 90 puntos en la Guía Peñín de 2010, elaborado con Gewürztraminer 100% procedente de la Finca San Jaime y recogida con técnicas tradicionales como la poda en verde y el aclareo de racimos manual. Una vez en la bodega, se somete a un proceso de criomaceración en prensa a 10º C durante 8 horas. Posteriormente la fermentación se realiza a 16º C y una vez finalizada se trasiega dejándolo durante 2 meses en un depósito junto con las lías finas. El embotellamiento se realiza, generalmente en la semana previa a la Navidad, permaneciendo en reposo hasta el mes de marzo, momento en el que el vino alcanza su punto óptimo.
Es un vino de color amarillo limón, muy vivo y luminoso, con aromas frutales muy intensos (algo de piña), pero en el que se percibe un fondo de fruta madura. En boca es muy fresco y con volumen, sabroso y con un final muy largo que deja un fantástico gusto.


Espero que disfrutéis de estos u otros Somontanos.

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