jueves, 27 de septiembre de 2012

"El vino siembra poesía en los corazones." Dante Alighieri (entrada dedicada a los frikis y a mi mujer)

Quien mejor que Dante Alighieri para introducir esta entrada en la que he recopilado los más maravillosos poemas, odas y canciones acerca del vino.


Dante Alighieri (Florencia, 29 de mayo de 1265Rávena, 14 de septiembre de 1321) fue un poeta italiano. Su obra maestra, La Divina Comedia, es una de las obras fundamentales de la transición del pensamiento medieval al renacentista. Es considerada la mayor obra de la literatura italiana y una de las obras cumbre de la literatura universal.  Es conocido como "el Poeta Supremo" (il Sommo Poeta). A Dante también se le llama el "Padre del idioma" italiano. Participó activamente en las luchas políticas de su tiempo, por lo que fue desterrado de su ciudad natal. Fue un activo defensor de la unidad italiana. Escribió varios tratados en latín sobre literatura, política y filosofía. A su pluma se debe el tratado en latín De Monarchia, de 1310, que constituye una exposición detallada de sus ideas políticas, entre las cuales se encuentran la necesidad de la existencia de un Sacro Imperio Romano y la separación de la Iglesia y el Estado.


Pero, después de dedicar unas lineas al personaje cuya frase titula esta entrada,  comencemos el post con unos preciosos versos de Omar Jayam (mayo 1048 - diciembre 1131). Matemático, astrónomo y poeta persa, nacido en Nishapur, la entonces capital selyúcida de Jorasán (actual Irán). Libertino, sibarita, ácido, místico y profeta, reformó el calendario musulmán, y cultivó el Derecho y las Ciencias Naturales. Entre su obra poética, destaca un corpus llamado Rubaiyat, formado por series de 4 versos escritas en farsi. En su poesía, Jayam canta a la vida, insta a disfrutar de sus placeres y en ella podemos encontrar versos dedicados al vino que destacan por su belleza:



“¿Por qué vendes tu vino, mercader?
¿Qué pueden darte a cambio de tu vino?
¿Dinero...? ¿Y qué puede darte el dinero?
¿Poder...? ¿Pues no eres dueño del mundo cuando tienes en tus manos una copa?
¿Riqueza...? ¿Hay alguien más rico que tú, que en tu copa tienes oro, rubíes, perlas y sueños?
¿Amor...? ¿No sientes arder la sangre en tus venas cuando la copa besa tus labios?”

“Puesto que ignoras lo que te reserva el mañana, esfuérzate por ser feliz hoy.
Coge un cántaro de vino, siéntate a la luz de la luna y bebe pensando en que mañana quizá la luna te busque en vano.”
“¡Vino! ¡Vino en torrentes! ¡Que explote en mis venas!
¡Que bulla en mis sienes!
Cálices...Silencio...Nada es verdad...
Cálices... ¡Pronto!...Envejecí mucho...”

“Escucho decir que los amantes del vino serán condenados
No existen verdades comprobadas, pero hay mentiras evidentes
Si quienes aman el vino y el amor van al Infierno,
vacío tiene que estar el Paraíso.”

“El calor del vino te liberará
de las nieves del pasado y de las brumas del porvenir;
al inundarte de luz,
romperá tus obscuras cadenas de galeote.”

“¡Bebe vino! Lograrás la vida eterna.
El vino es el único capaz de restituirte la juventud.
¡Divina estación de las rosas, del vino y de los buenos amigos!
¡Goza del instante fugitivo de tu vida!”

“Los retóricos y los sabios silenciosos murieron sin poder entender
sobre las cuestiones del ser y el no ser. ¿Qué nos importa ser ignorantes?
Sigamos saboreando el zumo del racimo
y dejemos a estos grandes personajes consolarse con las pasas.”

“De la Felicidad sólo conocemos la palabra.
Nuestro compañero más viejo es el vino nuevo.
Acaricia con los ojos y con los dedos el único bien que no falla:
el ánfora viva de sangre de la vid.”

“Vino. Único consuelo para mi corazón que sufre.
Vino perfumado con almizcle, vino de color de rosa
Escancia vino para apagar las llamas de mi tristeza.
Vino y tu laúd de cuerdas de seda, ¡Oh mi adorada!”
“En el borde de todos los cálices colmados de vino,
triunfa cincelada una secreta verdad que debemos saborear.”


Ya en mas cercano en el tiempo, uno de los grandes genios de la literatura del siglo XX, Jorge Luis Borges, que afortunadamente era un gran consumidor de vino, nos ha dejado entre su vasta obra, preciosas poesías dedicadas al vino. Una de ellas es un espectacular soneto:

“¿En qué reino, en qué siglo, bajo qué silenciosa
conjunción de los astros, en qué secreto día
que el mármol no ha salvado, surgió la valerosa
y singular idea de inventar la alegría?

Con otoños de oro la inventaron. El vino
fluye rojo a lo largo de las generaciones
como el río del tiempo y en el arduo camino
nos prodiga su música, su fuego y sus leones.

En la noche del júbilo o en la jornada adversa
exalta la alegría o mitiga el espanto
y el ditirambo nuevo que este día le canto
otrora lo cantaron el árabe y el persa.
Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia
como si ésta ya fuera ceniza en la memoria.”

Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899–Ginebra, 14 de junio de 1986) fue un escritor argentino, uno de los autores más destacados de la literatura del siglo XX. Publicó ensayos breves, cuentos y poemas. Su obra, fundamental en la literatura y en el pensamiento universales y que ha sido objeto de minuciosos análisis y de múltiples interpretaciones, trasciende cualquier clasificación y excluye todo tipo de dogmatismo. Es considerado uno de los eruditos más reconocidos del siglo XX. Ontologías fantásticas, genealogías sincrónicas, gramáticas utópicas, geografías novelescas, múltiples historias universales, bestiarios lógicos, silogismos ornitológicos, éticas narrativas, matemáticas imaginarias, thrillers teológicos, nostálgicas geometrías y recuerdos inventados son parte del inmenso paisaje que las obras de Borges ofrecen tanto a los estudiosos como al lector casual. Y sobre todas las cosas, la filosofía, concebida como perplejidad, el pensamiento como conjetura, y la poesía, la forma suprema de la racionalidad. Siendo un literato puro pero, paradójicamente, preferido por los semióticos, matemáticos, filólogos, filósofos y mitólogos, Borges ofrece —a través de la perfección de su lenguaje, de sus conocimientos, del universalismo de sus ideas, de la originalidad de sus ficciones y de la belleza de su poesía— una obra que hace honor a la lengua española y la mente universal. Ciego a los 55 años, personaje polémico, con posturas políticas que le impidieron ganar el Premio Nobel de Literatura al que fue candidato durante casi treinta años.


También Pablo Neruda, entre sus poemas nos ha dejado un homenaje al vino con su “Oda al vino”:

“Vino color de día,
vino color de noche,
vino con pies de púrpura
o sangre de topacio,
vino,
estrellado hijo
de la tierra,
vino, liso
como una espada de oro,
suave
como un desordenado terciopelo,
vino encaracolado
y suspendido,
amoroso,
marino,
nunca has cabido en una copa,
en un canto, en un hombre,
coral, gregario eres,
y cuando menos, mutuo.
A veces
te nutres de recuerdos
mortales,
en tu ola
vamos de tumba en tumba,
picapedrero de sepulcro helado,
y lloramos
lágrimas transitorias,
pero
tu hermoso
traje de primavera
es diferente,
el corazón sube a las ramas,
el viento mueve el día,
nada queda
dentro de tu alma inmóvil.
El vino
mueve la primavera,
crece como una planta la alegría,
caen muros,
peñascos,
se cierran los abismos,
nace el canto.
Oh tú, jarra de vino, en el desierto
con la sabrosa que amo,
dijo el viejo poeta.
Que el cántaro de vino
al beso del amor sume su beso.
Amor mío, de pronto
tu cadera
es la curva colmada
de la copa,
tu pecho es el racimo,
la luz del alcohol tu cabellera,
las uvas tus pezones,
tu ombligo sello puro
estampado en tu vientre de vasija,
y tu amor la cascada
de vino inextinguible,
la claridad que cae en mis sentidos,
el esplendor terrestre de la vida.
Pero no sólo amor,
beso quemante
o corazón quemado
eres, vino de vida,
sino
amistad de los seres, transparencia,
coro de disciplina,
abundancia de flores.
Amo sobre una mesa,
cuando se habla,
la luz de una botella
de inteligente vino.
Que lo beban,
que recuerden en cada
gota de oro
o copa de topacio
o cuchara de púrpura
que trabajó el otoño
hasta llenar de vino las vasijas
y aprenda el hombre oscuro,
en el ceremonial de su negocio,
a recordar la tierra y sus deberes,
a propagar el cántico del fruto.”

Neruda (Parral, 12 de julio de 1904 – Santiago, 23 de septiembre de 1973), fue un poeta chileno, considerado entre los mejores y más influyentes artistas de su siglo. Según Gabriel García Márquez “el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma”. También fue un destacado activista político, senador, miembro del Comité Central del Partido Comunista, precandidato a la presidencia de su país y embajador en Francia. Entre sus múltiples reconocimientos destacan el Premio Nobel de Literatura en 1971 y un Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Oxford. “Ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo admite comparación con él”, ha escrito el crítico literario Harold Bloom, quien lo considera uno de los veintiséis autores centrales del canon de la literatura occidental de todos los tiempos.




Nicanor Parra (San Fabián, Provincia de Ñuble, Chile, 5 de septiembre de 1914) poeta, matemático y físico chileno cuya obra ha tenido una profunda influencia en la literatura hispanoamericana y considerado el creador de la antipoesía, es, en palabras de Harold Bloom, “incuestionablemente, uno de los mejores poetas de Occidente”, ha sido galardonado con el Premio Nacional de Literatura 1969 y con el Cervantes 2011, entre otros y también entre sus fantásticas obras hay unos versos al vino que dicen:




“Nervioso, pero sin duelo
A toda la concurrencia
Por la mala voz suplico
Perdón y condescendencia.

Con mi cara de ataúd
Y mis mariposas viejas
Yo también me hago presente
En esta solemne fiesta.

¿Hay algo, pregunto yo
Más noble que una botella
De vino bien conversado
Entre dos almas gemelas?

El vino tiene un poder
Que admira y que desconcierta
Transmuta la nieve en fuego
Y al fuego lo vuelve piedra.

El vino es todo, es el mar
Las botas de veinte leguas
La alfombra mágica, el sol
El loro de siete lenguas.

Algunos toman por sed
Otros por olvidar deudas

Y yo por ver lagartijas
Y sapos en las estrellas.

El hombre que no se bebe
Su copa sanguinolenta
No puede ser, creo yo
Cristiano de buena cepa.

El vino puede tomarse
En lata, cristal o greda
Pero es mejor en copihue
En fucsia o en azucena.

El pobre toma su trago
Para compensar las deudas
Que no se pueden pagar
Con lágrimas ni con huelgas.

Si me dieran a elegir
Entre diamantes y perlas
Yo elegiría un racimo
De uvas blancas y negras.

El ciego con una copa
Ve chispas y ve centellas
Y el cojo de nacimiento
Se pone a bailar la cueca.

El vino cuando se bebe
Con inspiración sincera
Sólo puede compararse
Al beso de una doncella.

Por todo lo cual levanto
Mi copa al sol de la noche
Y bebo el vino sagrado
Que hermana los corazones.”


Y pasemos a la poesía cantada.

Horacio Guarany, (Santa Fe, Argentina, 15 de mayo de 1925), cantante y escritor argentino, le dedica al vino su maravillosa canción “Volver al vino”:

“Si el vino viene, viene la vida:
vengo a tu viña, tierra querida.
Quisiera dejar mis huesos
bajo cielo mendocino
que mi sangre y mis cenizas
vuelvan camino del vino...

qué triste ha de ser morirse
y no volver nunca más,
pero es tan linda la vida,
pero es tan churro el camino,
que si me muero algún día
entiérrenme en Mendoza,
en San Juan, allá en la Rioja
o en Cafayaté La Hermosa
que en vino habré de volver!
Y cuando lloren las viñas
para que rían los hombres,
he de volver en las copas
que habré de mojar las bocas
de mis viejos compañeros
o tal vez de la que quiero
y no me pudo querer...
y en una noche de farra
cuando lleven la guitarra
si ven al vino llorar
déjenlo llorar su pena
déjenlo llorar su pena
que en la lágrima morena
como nunca he de cantar!

l
a vida es un vino amargo,
dulce de jarra compartida:
que los que nadan pa dentro
se ahogan solitos en vida...”





Por último, el gran Alberto Cortez (Rancul, provincia de La Pampa, 11 de marzo de 1940) conocido como "El Gran Cantautor de las Cosas Simples" y sobre todo por algunas de sus canciones ("En un Rincón del Alma", "Callejero", "Mi árbol y yo", "A partir de mañana", "Te llegará una rosa", "Castillos en el aire", "Cuando un Amigo se va", "El Abuelo"), le dedica unas letras al vino en “Los versos del Vino”:



“Sí señor... el vino puede sacar
cosas que el hombre se calla;
que deberían salir
cuando el hombre bebe agua.
Va buscando, pecho adentro,
por los silencios del alma
y les va poniendo voces
y los va haciendo palabras.
A veces saca una pena,
que por ser pena, es amarga;
sobre su palco de fuego,
la pone a bailar descalza.
Baila y bailando se crece,
hasta que el vino se acaba
y entonces, vuelve la pena
a ser silencio del alma.
El vino puede sacar
cosas que el hombre se calla.
Cosas que queman por dentro,
cosas que pudren el alma
de los que bajan los ojos,
de los que esconden la cara.
El vino entonces, libera
la valentía encerrada
y los disfraza de machos,
como por arte de magia...
Y entonces, son bravucones,
hasta que el vino se acaba
pues del matón al cobarde,
solo media, la resaca.
El vino puede sacar
cosas que el hombre se calla.
Cambia el prisma de las cosas
cuando más les hace falta
a los que llevan sus culpas
como una cruz a la espalda.
La puta se piensa pura,
como cuando era muchacha
y el cornudo regatea
la medida de sus astas.
Y todo tiene colores
de castidad, simulada,
pues siempre acaban el vino
los dos, en la misma cama.
El vino puede sacar
cosas que el hombre se calla.
Pero... ¡qué lindo es el vino!
El que se bebe en la casa
del que está limpío por dentro
y tiene brillando el alma.
Que nunca le tiembla el pulso,
cuando pulsa una guitarra.
Que no le falta un amigo
ni noches para gastarlas.
Que cuando tiene un pecado,
siempre se nota en su cara...
Que bebe el vino por vino
y bebe el agua, por agua”.



Espero que os haya gustado esta entrada un poco distinta. Yo he disfrutado mucho haciéndola!!!

Ya sabéis, bebed vino y seréis capaces de crear poesía desde el corazón.

PD: por favor, en caso de que queráis que incluya algún otro poema, oda o canción acerca del vino, no tenéis más que decirmelo. Muchas gracias!!!

6 comentarios:

  1. bien por la idea, yo tambien estoy armando un baul cibernético con poemas del vino.Te invito a ver los mios a bloggonzaloarteagareyes.blogspot.cl

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  2. bien por la idea, yo tambien estoy armando un baul cibernético con poemas del vino.Te invito a ver los mios a bloggonzaloarteagareyes.blogspot.cl

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  3. vino
    que trazas de tiempo incubaron en Ti,
    que sol esplendoroso doró tu piel,
    que gran tomador inclinó el codo?

    vino, sabes de m{as la historia del hombre,
    sabes sus secretos y penurias,
    sabes su incubación de sueños, sabes todo de todo....

    Vino, te invito a pasearte por los manteles,
    por las fiestas de juventud,
    por los viejos recordando,
    por la pasi{on del sorbo.

    Vino, si quieres adornanos con colores tuyos,
    la rosa para avisar tragedias,
    los viñedos separados unos de otros,
    en fin, Vino sabes a sabio, la tierra te cría
    y el hombre te deleita.
    ARGON
    septiembre 9 del 2020.

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  4. siempre hay que tener presente que la vida util del vino, antes de convertirse en vinagre, reposa un tiempo limitado ansioso del hombre que lo entiende !!!!

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  5. el olvido es la peor tragedia de la vejez, pues indica algo que ya no se sabe a ciencia cierta si ocurrió. Necesitamos testigos para el recuerdo y el mejor de ellos es la forma escrita de los actos o pensamientos que uno quiere recordar, sin necesidad de usar la mente como bodega de todo lo visto.

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  6. Bebed y vivid al son de mi cancion

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