domingo, 15 de enero de 2012

Camins del Priorat de Alvaro Palacios


Hace unos días, antes de las fiestas navideñas, fui a cenar con dos de mis mejores amigos a un buen restaurante. A los tres nos gusta mucho el vino, pero uno de ellos es el típico superclásico que apenas “sale” de vinos de Rioja. Yo, en cambio, procuro probar nuevos vinos de distintas Denominaciones de Origen, ya que, desde mi punto de vista, en este momento se están haciendo fantásticos vinos en toda España. 

Esa noche nos ofrecieron Camins del Priorat de Alvaro Palacios. Ellos no conocían este vino y yo lo había probado hace bastante y tenía muy buen recuerdo de el, con lo que me apetecía volver a tomarlo. 

Nos sirvieron un Camins del Priorat de 2010 que francamente me volvió a parecer, como la primera vez que lo probé, un buen vino a un precio muy asequible incluso en restaurante (22 €). 

Es un vino atípico del Priorato, ya que no tiene ese marcado carácter de la zona. Es más “fácil” de lo que cabría esperar en un principio y quizá esa diferencia desorienta un poco inicialmente. Pero después se le va sacando partido y nos da a conocer la cara más “amable” del Priorato. A la vista nos muestra un color picota con ribetes violáceos y muy cubierto; en nariz destacan los aromas frutales y se pueden apreciar pinceladas florales, lácticas y minerales, pero no es excesivamente complejo, o por lo menos yo no lo aprecié así; en boca es muy agradable, amplio y de justa acidez, aunque quizá poco largo y profundo. A mí me llenó y lo disfruté en una fantástica compañía. 

Camins del Priorat es el hermano pequeño de la saga de Alvaro Palacios. Muy asequible, ya que su precio oscila entre 14 y 18 euros, está elaborado con las variedades Samsó-Cariñena (50%), Garnacha (40%), Cabernet Sauvignon y Syrah (10%), cultivadas en laderas pronunciadas y terrazas de suelos de pizarra en de pequeñas fincas situadas en las localidades de Gratallops, Porrera, Torroja, Les Vilelles, Bellmunt, El Lloar y Poboleda. Tras la selección de la uva y su maceración, la fermentación maloláctica se realiza en tinas de roble y la crianza durante ocho meses en barricas de roble francés. Tiene 14º y debe servirse ligeramente fresco (15º) temperatura a la que despliega todo su carácter frutal. 

Alvaro Palacios es uno de los más importantes enólogos de España. Procedente de una familia bodeguera (Bodegas Palacios Remondo) de La Rioja, donde trabajó durante unos años para aprender y formarse, se fue un par de años a Chateau Petrus, donde pulió su formación antes de emprender su aventura en solitario. En 1989, cuatro amigos se interesaron por la región del Priorato, en la que vieron un grandísimo potencial. René Barbier, Carles Pastrana, Jose Luis Pérez y Alvaro Palacios desembarcaron en el priorato. Esta fecha es considerada como el punto de inflexión del Priorato.

Las Bodegas Alvaro Palacios fueron fundadas en 1989 en la localidad de Gratallops,  por Alvaro Palacios con el apoyo de un grupo de productores locales. Su intención era transmitir a sus vinos todo el carácter de la tierra (sol mediterráneo, proximidad del mar, poca lluvia, suelos de pizarra, proximidad de hinojo y olivos, pasado ligado a monjes cartujos que desarrollaron la cultura de la vid durante más de seis siglos) para obtener unos vinos frescos, rotundos y con abundantes notas minerales que desde el principio revolucionaron el mundo del vino en España y alcanzaron un grandísimo prestigio y reconocimiento en el mundo entero. 

De su producción de menos de 200.000 botellas, hay que destacar las 3.000 botellas de L’Ermita que produce cada año, el vino estrella de la bodega y uno de los tintos más excepcionales de España. El pago de l'Ermita, con sus 3 hectáreas de pronunciada pendiente, es uno de los mejores y más viejos viñedos de garnacha del Priorato. Por supuesto el resto de los vinos son igualmente muy valorados tanto en España como en el extranjero: Dofi, Les Terrasses y el comentado Camins.

Por otra parte las instalaciones de Álvaro Palacios incorporan sin problemas los últimos avances tecnológicos que permiten un control exhaustivo de cada una de las fases del proceso de producción. Las uvas de los distintos vinos se vinifican por separado y para su elaboración utiliza depósitos de acero inoxidable y pequeñas tinas de madera y para la crianza dispone de más de mil barricas bordelesas de roble francés.


Además Alvaro Palacios dedica su tiempo y su saber a la elaboración de vinos de otras regiones. En la Rioja Baja, da continuidad a la bodega familiar Palacios Remondo con los vinos La Montesa, mezcla de Tempranillo, Graciano, Mazuelo y Garnacha y Placet, un monovarietal de Viura. En el Bierzo destacan sus vinos Pétalos del Bierzo, Corullón, Las Lamas y La Faraona, todos ellos elaborados con Mencía.

No dejéis de probar, por lo menos, Les Terresses, Camins, Plácet y Pétalos del Bierzo. L’Ermita es inalcanzable para el común de los mortales (de 500 € a 1.500 €) y Dofí podría ser el vino de una celebración muy especial (de 70 € a 120 €).

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